Opinión personal: SWORN — lo que me atrapó cuando jugué con amigos

Cuando escuché por primera vez de SWORN, pensé: “otro roguelike más”, pero al probarlo con amigos mi percepción cambió totalmente. Este juego tiene cosas que pocos logran capturar bien, y te cuento por qué para mí es una experiencia que vale mucho la pena.

Lo que me encantó

  1. Jugar con amigos de verdad lo hace otro nivel
    Lo mejor de SWORN es que cuando te unes con tres amigos, el juego se siente vivo. No es solo cada uno a lo suyo: hay sinergia, coordinación en los combates, estrategias que solo surgen cuando todos combinan habilidades o bendiciones. Esa sensación de “tengo que cubrirte” o “tú haces esto, yo hago lo otro” le da un valor enorme.
  2. Variedad en builds y bendiciones
    Me encanta que haya más de 200 bendiciones (blessings) de los Fae Lords. Cada partida puedes experimentar combinando armas, habilidades especiales, bendiciones… eso permite personalizar mucho a tu personaje. Cada run se siente distinta y obliga a adaptarse, lo cual evita que sea repetitivo.
  3. Ambientación y estilo visual
    SWORN tiene un estilo artístico precioso, inspirado en los cómics y con un tono oscuro que encaja perfecto con la historia de Camelot corrompido. Las leyendas artúricas, los personajes como Merlin, Nimue, los caballeros corruptos, todo eso da contexto y te mete en la aventura. Las escenas, la música, los efectos: hace que la inmersión sea real.
  4. Dificultad y desafío
    No es un paseo: te exige. Ya sea solo o en coop, cada enemigo y cada jefe pueden castigarte si no piensas bien tus movimientos. A veces mueres justo cuando crees que vas a ganar, y eso justo me parece bien — porque la satisfacción cuando ganas es mucho más grande. Además, el hecho de que haya zonas donde no puedes revivir (“No Resurrections”) o que revivir cueste caro le sube la tensión.

Lo que podría mejorar / lo que noté que tiene retos

  • En coop a veces hay problemas de conexión: lag, desconexiones o que un jugador termina atrasado en el combate. Cuando esto ocurre, baja bastante la experiencia.
  • La dificultad puede sentirse desigual: en ciertas corridas, si no caes bien en las bendiciones o armas adecuadas, puede ser frustrante.
  • Falta de “matchmaking público” robusto al principio: para jugar con amigos está bien, pero si quieres unirte con desconocidos puede costar un poco encontrar partida estable.

En resumen

Si tuviera que definir SWORN con lo que más me impactó, diría que es un roguelike cooperativo que respeta su género pero lo eleva. Viajar por Camelot, luchar con amigos, probar builds diferentes, aprender de cada derrota… todo eso lo convierte en algo más que “otro juego de mazmorras”.

Para alguien que busca algo desafiante pero divertido, donde la cooperación realmente suma, SWORN es de esos juegos que sorprenden. No perfecto, pero sí muy cerca de lo que quiero de un juego que pueda compartir con amigos y que nos haga volver varias veces.