Con Nightreign, FromSoftware vuelve a expandir el ya vasto universo de Elden Ring con una nueva región donde la decadencia, el sigilo y lo macabro cobran un protagonismo aterrador. The Forsaken Hollows —o Los Huecos Desamparados— se presenta como una de las áreas más opresivas y narrativamente densas introducidas hasta ahora en las Tierras Intermedias. Este artículo explora su lore, su diseño, sus mecánicas y su importancia dentro del nuevo ciclo narrativo de Nightreign.
Un valle que el tiempo intentó sepultar
Los Forsaken Hollows son una vasta red de barrancos, cavernas derruidas y aldeas parcialmente absorbidas por el subsuelo. Antaño, esta región perteneció a una antigua orden de guardianes conocida como los Velados Nocturnos, encargados de custodiar secretos prohibidos del linaje de la Reina Marika. Sin embargo, durante la Era de la Noche Devastada —un nuevo capítulo introducido en Nightreign—, una corrupción umbría despertó en lo profundo, obligando a los habitantes a sellarse a sí mismos bajo tierra.
Hoy, aquello que queda de ellos no son más que ecos agonizantes y espectros que vagan sin rumbo… y a los que el Sinluz deberá enfrentar.
Diseño del mundo: belleza desoladora en cada grieta
FromSoftware apuesta nuevamente por un diseño vertical y laberíntico. The Forsaken Hollows combina:
- Barrancos interconectados donde cada caída puede significar descubrir un área secreta… o la muerte.
- Aldeas abandonadas, cubiertas de ceniza negra que reacciona a la luz.
- Cavernas vivientes, cuyos muros palpitan —un recordatorio de la corrupción que se expande.
- El Templo Hundido de Ulmir, una mazmorra principal cuyo acceso solo se revela mediante sombras proyectadas en un alineamiento específico de la luna.
La atmósfera es más oscura que en zonas anteriores: la iluminación es mínima, el sonido se atenúa y cada enemigo parece surgir de la nada, lo que refuerza una experiencia más cercana al horror que a la aventura.
Nuevos enemigos: sombras que piensan, espectros que cazan
Los Hollows introducen una variedad de enemigos diseñados para mantener al jugador en tensión:
• Wraithbound Nomads
Guerreros cuyas sombras se desprenden de su cuerpo para atacarte desde ángulos imposibles.
• Hollowed Watchers
Guardianes sin rostro que se esconden entre la ceniza. Suelen atacar en grupos pequeños, silenciosos y letales.
• The Maw of Ulmir
Una criatura gigante que habita los cavernarios más profundos; se alimenta de luz y se vuelve más agresiva cuanto más ilumina el jugador su entorno.
Mecánicas nuevas: el juego con sombras
Una de las novedades más importantes en The Forsaken Hollows es el sistema de Manipulación de Sombras, que introduce:
- Sombras proyectables: algunas puertas o mecanismos se activan colocando al personaje en un ángulo específico para crear la silueta correcta.
- Sigilo nocturno mejorado: el jugador puede fundirse parcialmente en áreas muy oscuras para evitar combates directos.
- Armas con afinidad Umbral: infligen daño adicional a enemigos que dependen de la luz, pero tienen efectos impredecibles en espacios con sombra viva.
Estas mecánicas convierten a la exploración en un rompecabezas estratégico constante.
El jefe principal: Veyla, Custodia de la Última Llama
Al final del Templo Hundido, el Sinluz se enfrentará a Veyla, una figura trágica: la última guardiana de los Velados Nocturnos, condenada a portar la llama que mantenía a raya a la corrupción.
Su combate se divide en tres fases:
- Danza de sombras: ataques rápidos, casi invisibles, que obligan al jugador a leer la dirección de su sombra, no de su cuerpo.
- Fusión Umbral: Veyla absorbe la luz del escenario, haciéndose más fuerte cuanto más oscuro esté.
- La Llama Desesperada: un estallido final que convierte toda la arena en un campo de luz caótica y letal.
Derrotarla concede nuevas cenizas espirituales y acceso a una sección oculta del mapa que conecta directamente con el arco narrativo central de Nightreign.
Un capítulo clave en la historia de Nightreign
The Forsaken Hollows no es solo una región adicional: es un pilar narrativo que explica el origen de la oscuridad que envuelve las Tierras Intermedias en Nightreign. A través de sus ruinas y sus habitantes malditos, FromSoftware revela piezas de un pasado que desafiaba incluso a los dioses.
El resultado es una expansión que combina terror, tragedia y majestuosidad, manteniendo intacta la esencia de Elden Ring mientras introduce mecánicas frescas y una atmósfera más densa que nunca.





