Call of Duty: Mobile no es sólo una simple adaptación de la icónica franquicia de consolas y PC: es un triunfo del diseño de juegos móviles. Ofrece la intensidad y la competencia centrales de Call of Duty en trozos pequeños y bien diseñados.
Lo que realmente me sorprendió es lo bien que se traducen los controles en una pantalla táctil. Apuntar y moverse se sienten notablemente fluidos, un testimonio del esfuerzo de los desarrolladores por crear una experiencia móvil. Los mapas y modos familiares ofrecen suficiente nostalgia para atraer a los viejos fanáticos y, al mismo tiempo, resultan accesibles para los recién llegados.
Las actualizaciones constantes son otro punto fuerte clave. Nuevos mapas, armas, eventos y modos garantizan que siempre haya algo nuevo para mantener a los jugadores interesados. Y si bien existen microtransacciones, no alteran fundamentalmente el equilibrio de los jugadores gratuitos.