Kraken, uno de los exchanges más relevantes de criptomonedas, ha decidido dar un paso importante: ha presentado de forma confidencial los documentos para realizar una Oferta Pública Inicial (IPO) en Estados Unidos. La compañía opera bajo el nombre legal Payward, Inc. y ha enviado un borrador del registro necesario para cotizar. Aún no está definido cuántas acciones lanzará ni a qué precio.
Este movimiento llega justo después de que Kraken cerrara una ronda de financiación de 800 millones de dólares, lo cual sitúa su valoración en unos 20.000 millones. Parte de ese dinero proviene de grandes inversores institucionales como Jane Street o Tribe Capital, mientras que Citadel Securities ha participado con una inyección estratégica de 200 millones.
La finalidad de estos fondos es clara: Kraken quiere crecer más allá de las criptomonedas. Pretende expandir sus operaciones en regiones como América Latina, Asia-Pacífico y Europa, fortalecer su posición regulatoria y diversificar su oferta de productos. La idea es combinar el mundo digital de los activos con el tradicional, ofreciendo no solo criptos, sino también clases de activos más “clásicas” vinculadas a blockchain.
Sin embargo, este proceso no está garantizado ni es inmediato. La aprobación por parte de los reguladores estadounidenses depende de que la SEC (Comisión de Bolsa y Valores) revise su documentación. Además, cotizar implica mayores obligaciones de transparencia y rendimiento financiero: Kraken deberá demostrar que su modelo de negocio es viable a largo plazo y que puede generar ingresos sostenibles.
Por otro lado, el momento que ha elegido es interesante: la empresa está reforzada financieramente tras la ronda, y los inversores institucionales muestran una clara confianza en su estrategia. Pero tampoco puede ignorarse el riesgo: el mercado de criptomonedas sigue siendo muy volátil y la competencia es feroz.
En definitiva, este paso marca una ambición significativa para Kraken. No solo aspira a consolidarse como una gran plataforma cripto, sino también a convertirse en un puente entre las finanzas tradicionales y la tecnología blockchain. Si todo sale bien, su salida a bolsa puede ser un hito importante tanto para la empresa como para la industria cripto en general.
