En diciembre de 2024 apareció un pequeño juego independiente que se convirtió en una sorpresa para los amantes del horror psicológico: The Cabin Factory, desarrollado por International Cat Studios y publicado por Future Friends Games. A simple vista, parece un juego sencillo: inspeccionar cabañas prefabricadas para asegurarse de que están “limpias” y libres de anomalías. Pero lo que comienza como una rutina laboral se transforma rápidamente en una experiencia inquietante, llena de misterio y tensión silenciosa.
🌲 Un trabajo que nadie querría tener
El jugador asume el papel de un inspector encargado de revisar una serie de cabañas producidas en masa por una fábrica misteriosa. La tarea parece clara: si algo dentro de la cabaña se mueve, es peligroso; si no, está todo en orden.
Sin embargo, conforme avanzan las inspecciones, el ambiente se vuelve cada vez más opresivo. Las habitaciones empiezan a cambiar ligeramente, los objetos no están donde deberían, y lo que antes era familiar comienza a sentirse… mal.
Esa sensación de “algo no encaja” es el corazón del juego. No hay sustos exagerados ni persecuciones constantes: el miedo proviene del detalle, de la observación, de lo que apenas se nota pero te pone los pelos de punta.
🕵️♀️ Mecánicas simples, tensión constante
La jugabilidad de The Cabin Factory se basa en la observación. Recorres una cabaña en primera persona, inspeccionando cada habitación, mueble y rincón. Si detectas algún movimiento anómalo, marcas la cabaña como peligrosa. Si nada cambia, la declaras segura.
Lo interesante es que las variaciones son sutiles: una puerta que se abre lentamente, una sombra donde antes no había nada, un objeto que cambia de posición. Estas pequeñas diferencias hacen que cada ronda sea un juego mental entre la atención y la paranoia.
Completar ocho inspecciones sin errores es el objetivo principal, pero cada partida puede tener resultados diferentes. A veces el juego juega contigo, haciéndote dudar incluso de tu propia memoria.
🧩 Un misterio detrás de la rutina
Aunque el juego no cuenta una historia lineal, deja pistas sobre algo más oscuro detrás de esta fábrica de cabañas. Se habla de accidentes, desapariciones y empleados que ya no regresaron. La protagonista —posiblemente llamada Greta— parece atrapada en un ciclo de inspecciones que nunca termina.
El entorno repetitivo, con pequeñas variaciones entre cabañas, refuerza esa sensación de bucle, como si el jugador estuviera atrapado en una simulación o en un experimento. Este enfoque convierte al juego en una especie de pesadilla burocrática con tintes surrealistas.
💀 Una experiencia corta, pero poderosa
Uno de los puntos fuertes de The Cabin Factory es que no necesita muchas horas para impactar. En una o dos sesiones puedes recorrerlo completo, pero su atmósfera deja huella.
El diseño minimalista, la iluminación tenue y el sonido ambiental logran crear un terror más psicológico que visual.
Eso sí, no es un juego para todos: su ritmo lento y su mecánica repetitiva pueden resultar monótonos para quienes buscan acción o sustos constantes. Pero si te gusta el horror sutil, ese que se mete en la cabeza y no te suelta, este título es ideal.
⚖️ Lo bueno y lo mejorable
Lo mejor:
- Una ambientación inquietante y muy lograda.
- Mecánica simple pero efectiva: observar se vuelve un acto de tensión.
- Ideal para sesiones cortas y para quienes disfrutan del horror experimental.
Lo que podría mejorar:
- La duración es corta; algunos jugadores desearían más niveles o historia.
- Las reglas de detección de anomalías pueden ser confusas al principio.
- La repetición de escenarios puede volverse predecible después de varias rondas.